Junto a este, declararon culpable a los 50 hombres que participaron en el abuso de Giséle, aunque sus penas fueron inferiores a lo que solicitaba la Fiscalía.

En un juicio histórico, la justicia francesa impuso la pena máxima, 20 años de prisión, a Dominique Pelicot por drogar y reclutar a más de 50 hombres para violar a su entonces esposa.

Roger Arata, presidente del tribunal en donde se llevó a cabo el juicio, declaró que “Señor Pelicot, respecto al conjunto de los hechos, lo declaramos culpable de violación con agravantes”.

El acusado recibió su sentencia de pie y sin expresar ninguna emoción. Aunque, tras recibir la condena, Dominique rompió en llanto. Por su parte, Giséle al escuchar la noticia solo apoyo la cabeza contra una de las paredes del tribunal mientras su familia procesaba lo ocurrido.

El resto de los condenados recibieron sentencias de entre 3 y 15 años de prisión, todas menores a las pedidas por la Fiscalía, que eran de entre 4 y 18 años de condena. Vale aclarar que la media en Francia en estos casos es de 11,1 años.

No solo Dominique Pelicot abuso de su esposa, sino que también tomo imágenes indecentes de su hija, Caroline, y de sus nueras, Aurore y Celine; así como convenció a Jean Pierre Marechal, uno de los acusados, de seguir sus pasos y hacer lo mismo con su esposa, quien Pelicot, también, violo.

Sin embargo, Pelicot fue el único en reconocer violar y reclutar a hombres por Internet para hacer lo mismo que él. Los demás condenados, de entre 27 y 74 años, negaron rotundamente los hechos, argumentando que, al tener consentimiento de su marido, se trataba de un pacto sexual y, por lo tanto, no era violación.

Cada año, en Francia, más de 200.000 mujeres denuncian violaciones, intentos de violación y agresiones sexuales. De manera que se espera que este juicio cambie la manera en que se ven estos delitos, razón por la que Giséle rechazó que el juicio se celebrara a puertas cerrada, al grito de “la vergüenza tiene que cambiar de bando”.

“Gracias Gisèle”, proclamaba una pancarta colgada en el centro histórico de Aviñón el jueves por la mañana, frente al tribunal.