El próximo sábado 5 de octubre, a las 16 horas, se llevará a cabo la segunda Marcha del Orgullo LGBTIQ+ en el Parque de la Unidad Nacional de Merlo, Buenos Aires.
Este evento se consolida como un espacio de lucha y celebración, donde se visibilizan los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y se reafirman los principios de igualdad y derechos humanos. La jornada busca poner en evidencia las violencias estructurales y la estigmatización que aún enfrentan muchas personas por su identidad y orientación sexual.
Geraldine (Sher) Lescano, activista travesti y una de las organizadoras del evento, destacó la importancia de esta marcha como un acto político. “El orgullo es una respuesta política”, señaló, haciendo referencia a las palabras del activista Carlos Jáuregui. La marcha recorrerá el parque con el fin de protestar contra las violencias sistemáticas y estigmatizaciones que sufre la comunidad LGBTIQ+.
Este año, la convocatoria no solo se centrará en la celebración del orgullo, sino también en la reivindicación de los derechos humanos. Sher recalcó que, durante la dictadura, personas travestis, trans, lesbianas y gays también fueron víctimas de desapariciones forzadas y torturas, por lo que este espacio también busca recordar esas luchas históricas.
La jornada incluirá una feria, diversas performances artísticas, poesía y música en vivo, con la participación de bandas como Invisibles, Alta Gama Cumbia y Diana. Además, se llevará a cabo la coronación del Orgullo 2024, un reconocimiento a una figura histórica de Merlo.
Yandira Barrios, integrante de Libres del Sur Mumala, resaltó la importancia de esta marcha como un espacio para exigir igualdad de derechos en educación, salud y trabajo. “No buscamos la aprobación de nadie, solo queremos tener las mismas oportunidades”, expresó, haciendo hincapié en la necesidad de eliminar la discriminación en todos los ámbitos de la sociedad.
El evento es una invitación abierta a toda la comunidad para apoyar y participar en la promoción de derechos y la visibilización de las demandas de la comunidad LGBTIQ+, mientras se consolida como un espacio de resistencia y memoria.