La cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, asistió a la celebración del primer año de la Casa Convivencial Comunitaria de Mujeres, Niños y Niñas «Nora Cortiñas», que lleva su nombre como emblema de muchas mujeres.
«Desde el primer momento que Pancho me contó de este proyecto lo apoyo en nombre de las Madres, porque hace falta mucho para toda la gente que está en situación de no tener vivienda», afirmó Cortiñas.
Y añadió que: «Estar en situación de calle es lo peor que nos puede pasar. Estar sola sin nadie que nos ayude, sin una mano se hace eterno».
La defensora de los derechos humanos recordó el rol tomado por la Iglesia durante la dictadura. «La obra de Pancho y de otro cura amigo nuestro, Paco, que lo está ayudando, nos hace volver a creer en la Iglesia a los que flaqueamos luego de lo que pasó con la Dictadura civico-militar y eclesiástica, cuando la Iglesia nos abandonó», expresó.
Por últimó anticipó: «Voy a seguir viniendo, me parece hermoso esto, me siento muy contenta».
La Casa Convivencial Comunitaria, se encuentra ubicada en calle Jacinto de Silva 3050 (entre Burgos y Antonio),barrio “El Cortijo” en el partido de Merlo. Depende del Hogar de Cristo y tiene por objetivo brindar tratamiento a mujeres que necesitan atención por adicciones y que están acompañadas por sus hijos e hijas. Allí, además, realizan talleres de oficios y de formación profesional, y cuentan con una huerta para cultivar alimentos.
Estuvo presente en el festejo la intendenta de Merlo, Karina Menéndez, la representante de la secretaria de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR), Lic. Gabriela Torres , el padre «Pancho» Velo, personas que conviven en el hogar, vecinas y vecinos.