Un fallo cantado, contradictorio y sin pruebas deja condenada por primera vez a una vicepresidenta en función. “Yo nunca voy a ser mascota del poder” expresó CFK a través de su cuenta de youtube, en un vivo posterior a la sentencia. 

Sin temor al ridículo, los jueces del TOF 2 condenaron a 6 años e inhabilitación perpetua a Cristina Kirchner con fundamentos demolidos durante el juicio. Tuvieron que abandonar la absurda acusación de Asociación ilícita y, confiados en la protección mediática, recurrieron a un guion disparatado para insistir con la “administración fraudulenta”.

La “mafia judicial”, el “estado paralelo”, el “partido judicial”, como los denominó Cristina Kirchner, dictó una condena de seis años de prisión e inhabilitación absoluta de la vicepresidenta por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado. El fallo es grotesco y sustentado en planteos que fueron derrumbados durante los tres años de juicio.

Inmediatamente que se conoció la sentencia contra la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, los dirigentes políticos tanto oficialistas como opositores reaccionaron ante la noticia mediante sus cuentas en redes sociales.

“Tal como lo dijimos el 2 de diciembre de 2019, hace exactamente tres años, la condena estaba escrita”, comenzó el discurso la exmandataria y apuntó contra el “inefable” juez Julián Ercolini.

Cristina recordó que el magistrado se había declarado incompetente en una causa por obras, que fue remitida a los tribunales de Santa Cruz y tomó impulso durante el gobierno de Cambiemos: “Está claro que la idea era condenarme”.

“El presidente de la Nación no es responsable por la ejecución del presupuesto. Después de la reforma Constitucional de 1994, el responsable es el jefe de Gabinete. Curiosamente, sólo declararon como testigos” en la causa, explicó la vicepresidenta y aclaró que no apuntaba a dichos funcionarios, entre los que se encontraban Alberto Fernández y Sergio Massa.