En las últimas semanas, Argentina ha registrado un aumento en los casos de viruela del mono (mpox), con un total de 22 contagios confirmados en lo que va del año. El 82% de estos casos se reportaron en las últimas cuatro semanas.

Uno de los recientes positivos se detectó en el partido de Morón, donde un hombre fue diagnosticado tras presentar síntomas compatibles con la infección. El caso fue confirmado por el Instituto Malbrán, y aunque el paciente tiene antecedentes de viaje a Bolivia, su estado de salud es favorable.

El primer caso autóctono se identificó en San Isidro el 23 de agosto. Se trata de un joven de 22 años que no había viajado recientemente. Este hecho ha generado preocupación en las autoridades, quienes han reforzado la vigilancia epidemiológica para evitar un mayor número de contagios. A pesar del aumento en las últimas semanas, los casos en 2024 son mucho menores que en 2022 y 2023, cuando se reportaron 1.025 y 124 casos, respectivamente.

La viruela del mono se contagia principalmente a través de contacto directo con lesiones cutáneas, secreciones respiratorias, y objetos personales contaminados, como toallas o utensilios. La enfermedad es más común entre personas que han tenido contacto cercano o íntimo con infectados. Para prevenir la propagación, se recomienda evitar compartir objetos personales y seguir las indicaciones de aislamiento en caso de sospecha de contagio.

Entre los síntomas más comunes se encuentran fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, falta de energía y erupciones cutáneas, que pueden manifestarse en diversas partes del cuerpo, como la cara, las manos, los genitales y el área anal. Estas erupciones suelen durar entre dos y cuatro semanas, y en algunos casos, pueden causar complicaciones como proctitis o inflamación genital.

Debido a la similitud de los síntomas con otras enfermedades infecciosas, como la varicela, el dengue o el zika, los médicos deben realizar diagnósticos diferenciales para confirmar la presencia del virus mpox. Las autoridades sanitarias han pedido a la población estar alerta ante cualquier síntoma y acudir a centros de salud para su evaluación.

El aumento de casos ha impulsado a las autoridades a tomar medidas preventivas y a seguir de cerca la evolución de los pacientes. A pesar de la baja mortalidad del virus, se insiste en la importancia de mantener el aislamiento y evitar el contacto cercano hasta que los síntomas desaparezcan para frenar la propagación de la enfermedad.