Ocurrió en un domicilio ubicado sobre la calle Pola al 1900.  Los chicos eran hijos de la regenteadora del lugar, quien fue detenida junto a su pareja.

Detuvieron a una pareja que captaba mujeres en estado de vulnerabilidad y las obligaba a ejercer la prostitución. En el lugar encontraron a tres niños, encerrados en un galpón sin ventanas ni luz artificial y en condiciones inhumanas.

Una investigación llevada a cabo por personal de la UFIyJ Nº 9 a cargo del Dr. Ernesto Ezequiel Lovillo y del Juzgado de Garantías Nº 6 de Morón a cargo de la  Dra. Marianela Tschiffely, logró desbaratar una banda dedicada a captar mujeres vulnerables ofreciendo “buenos trabajos”, para luego obligarlas a ejercer la prostitución en una casa de la localidad de Morón.

Cuando la dirección de Trata de Personas de la Policía bonaerense y el fiscal Lovillo ingresaron al domicilio ubicado en la calle Pola al 1900, no sabían que, además, se encontrarían con una escena de terror: encontraron a niños de 4, 5 y 6 años encerrados en un galpón oscuro, sin ventanas ni luz artificial y en pésimas condiciones de salud.

Mientras la policía y la justicia allanaban el lugar, se escucharon gritos provenientes del techo. En el domicilio había una terraza con un pequeño galpón cerrado con un candado del lado exterior.

Los gritos eran de tres niños de 4, 5 y 6 años, hijos de una de las detenidas. Los menores estaban en completo estado de abandono y condiciones sanitarias paupérrimas que incluían comida podrida en el suelo.

Dentro del galpón, reinaba una oscuridad absoluta. Cuando los policías abrieron la puerta los chicos se encandilaron con la luz solar y se mostraron temerosos de salir al aire libre.

Los investigadores suponen que los niños llevaban un tiempo prolongado encerrados en ese lugar, que no tenía ventanas ni luz artificial. Ante la escena, varios funcionarios judiciales y policiales no pudieron evitar conmoverse hasta las lágrimas.

Los menores fueron llevados a un hogar de tránsito para su resguardo.

El grupo criminal era comandado por una pareja. Para captar a sus víctimas, publicaban búsquedas laborales en redes sociales, donde prometían altos salarios por ser “camareras” en distintas cafeterías. Lo anuncios eran dirigidos a mujeres en estado de vulnerabilidad social y económica.

Esclavizadas

Cuando los policías entraron, encontraron a cuatro mujeres. Una de ellas se encontraba manteniendo relaciones sexuales con un supuesto cliente. En el lugar secuestraron varios celulares que los delincuentes usaban para coordinar los encuentros.

También encontraron preservativos, juguetes sexuales y anotaciones.